lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 3

Capitulo 3

Corría sin dirección, en busca de algo que había perdido pero no sabía que era, todo era oscuridad no podía ver mas allá de mi mano, entonces se ve una luz a lo lejos que rodeaba la silueta de una persona, era de un hombre, un joven para ser mas exacto.

Se encontraba de espalda a mi, desde mi posición pude apreciar era un joven alto, delgado, cabello castaño, traía puesto una camisa manga larga y cuello alto, unos pantalones blanco, tendría máximo unos 15 años. Mi corazón se aceleró, me acerqué al extraño joven tenia algo familiar, tuve una sensación que desde hace mucho no sentía.

No era amor de una mujer a un hombre ya que tenia edad para ser su madre. "Madre" esa palabra no la había escuchado desde hacia mas de 10 años. Me acerque cautelosamente temiendo que el extraño se esfumara, alce un brazo para tocarlo, al parecer "él" se dio cuenta de mi presencia y se dio la vuelta en cámara lenta. Justo antes de despertar pude ver unos ojos verde-azules.

"Terry" dije al despertar, había soñado con mi amado hijo, no volví a verlo desde esa vez en el muelle justo cuando su padre lo alejó de mi. Tuve una oportunidad de verlo justo 2 años después de que se fueran, viaje con un nombre falso, quizás Richard tendría hombres para asegurar de que no saliera del país.

Llegué a Londres una tarde de noviembre junto con un pequeño regalo adelantado de navidad, fui a la residencia de los Grandchester y me atendió una sirvienta y pregunté por Terry, al parecer ella sabia que era su madre por mi hijo ya que me dijo que no podía atenderme porque tenia ordenes estrictas de que Terry no recibiera visitas, pero me dijo que en una hora lo llevaría al parque.

Ahí lo vi de lejos junto con la sirvienta, ya no tenía esa sonrisa que alegraba mis días, estaba más callado y triste. No pude acercarme por temor a un castigo hacia la muchacha que me ayudó. Antes de que se fueran le di a ella el obsequio para mi niño.

Pasó una semana para tener el valor de volver a la residencia Grandchester esta vez para hablar con Richard. Él me recibió, pero al verlo no era la persona con la que me había enamorado, se veía mucho mayor, sus ojos no expresaban ningún sentimiento, suspiré antes de hablar, -te exijo que me devolviera a mi hijo, el mejor lugar que hay es a mi lado, junto a su madre-.

-pero, que puedes ofrecerle tu- dijo Richard – no estas en posición de exigir nada, Eleanor, que dirá la gente cuando te vean con el niño y además soltera, te repudiarán al igual que a Terry.

Miré atónita lo que me decía, en parte por que era verdad, pero no me importaba lo que me dijeran a mi con tener a mi lado a mi hijo.

-no me importa quiero a mi hijo, a mi lado tendrá todo el amor que no le están dando-dije. –el me miró de cabeza a los pies –pero que puedes ofrecerle a su futuro, como actriz no ganas suficiente para encargarte de Terry, a mi lado ese futuro lo tiene asegurado, los mejores colegios, aprenderá lo que necesita para ser mi heredero.

-pero y el amor, es que acaso no importa-repondí dolida por su argumento ya que estaba hablando como si fuera un objeto que no tiene sentimientos.

-eso no importa- respondió Richard.

- y lo que tuvimos tampoco te importó- al borde del llanto.

-lo que tuvimos fue como un hermoso sueño, pero tenia que despertar algún día- dijo Richard inexpresivo.

-supongo que no puedo hacer nada para que me devuelvas a Terry, cierto?-

-puedes despedirte si así lo quieres, sabes que no puedo evitar que pregunte por ti o que quiera verte- dijo Richard.

-me gustaría mucho verlo- dije con una pequeña sonrisa.

El llamó a una sirvienta la cual venia junto a mi pequeño, el al verme corrió y me abrazó.

-porque tardaste mucho, mami- dijo mi pequeño Terry –te extrañé-.

-no pude venir antes- dije sonriendo –yo tambien te extrañe, muchisimo amor-.

Se acercó a mi –aqui hace mucho frío, no me gusta este lugar -me susurró en mi oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- con su carita haciendo una mueca.

Sonrió, como extrañaba estos momentos a su lado y la sonrisa que me regalo en ese momento.

Continuará....

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lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 3

Capitulo 3

Corría sin dirección, en busca de algo que había perdido pero no sabía que era, todo era oscuridad no podía ver mas allá de mi mano, entonces se ve una luz a lo lejos que rodeaba la silueta de una persona, era de un hombre, un joven para ser mas exacto.

Se encontraba de espalda a mi, desde mi posición pude apreciar era un joven alto, delgado, cabello castaño, traía puesto una camisa manga larga y cuello alto, unos pantalones blanco, tendría máximo unos 15 años. Mi corazón se aceleró, me acerqué al extraño joven tenia algo familiar, tuve una sensación que desde hace mucho no sentía.

No era amor de una mujer a un hombre ya que tenia edad para ser su madre. "Madre" esa palabra no la había escuchado desde hacia mas de 10 años. Me acerque cautelosamente temiendo que el extraño se esfumara, alce un brazo para tocarlo, al parecer "él" se dio cuenta de mi presencia y se dio la vuelta en cámara lenta. Justo antes de despertar pude ver unos ojos verde-azules.

"Terry" dije al despertar, había soñado con mi amado hijo, no volví a verlo desde esa vez en el muelle justo cuando su padre lo alejó de mi. Tuve una oportunidad de verlo justo 2 años después de que se fueran, viaje con un nombre falso, quizás Richard tendría hombres para asegurar de que no saliera del país.

Llegué a Londres una tarde de noviembre junto con un pequeño regalo adelantado de navidad, fui a la residencia de los Grandchester y me atendió una sirvienta y pregunté por Terry, al parecer ella sabia que era su madre por mi hijo ya que me dijo que no podía atenderme porque tenia ordenes estrictas de que Terry no recibiera visitas, pero me dijo que en una hora lo llevaría al parque.

Ahí lo vi de lejos junto con la sirvienta, ya no tenía esa sonrisa que alegraba mis días, estaba más callado y triste. No pude acercarme por temor a un castigo hacia la muchacha que me ayudó. Antes de que se fueran le di a ella el obsequio para mi niño.

Pasó una semana para tener el valor de volver a la residencia Grandchester esta vez para hablar con Richard. Él me recibió, pero al verlo no era la persona con la que me había enamorado, se veía mucho mayor, sus ojos no expresaban ningún sentimiento, suspiré antes de hablar, -te exijo que me devolviera a mi hijo, el mejor lugar que hay es a mi lado, junto a su madre-.

-pero, que puedes ofrecerle tu- dijo Richard – no estas en posición de exigir nada, Eleanor, que dirá la gente cuando te vean con el niño y además soltera, te repudiarán al igual que a Terry.

Miré atónita lo que me decía, en parte por que era verdad, pero no me importaba lo que me dijeran a mi con tener a mi lado a mi hijo.

-no me importa quiero a mi hijo, a mi lado tendrá todo el amor que no le están dando-dije. –el me miró de cabeza a los pies –pero que puedes ofrecerle a su futuro, como actriz no ganas suficiente para encargarte de Terry, a mi lado ese futuro lo tiene asegurado, los mejores colegios, aprenderá lo que necesita para ser mi heredero.

-pero y el amor, es que acaso no importa-repondí dolida por su argumento ya que estaba hablando como si fuera un objeto que no tiene sentimientos.

-eso no importa- respondió Richard.

- y lo que tuvimos tampoco te importó- al borde del llanto.

-lo que tuvimos fue como un hermoso sueño, pero tenia que despertar algún día- dijo Richard inexpresivo.

-supongo que no puedo hacer nada para que me devuelvas a Terry, cierto?-

-puedes despedirte si así lo quieres, sabes que no puedo evitar que pregunte por ti o que quiera verte- dijo Richard.

-me gustaría mucho verlo- dije con una pequeña sonrisa.

El llamó a una sirvienta la cual venia junto a mi pequeño, el al verme corrió y me abrazó.

-porque tardaste mucho, mami- dijo mi pequeño Terry –te extrañé-.

-no pude venir antes- dije sonriendo –yo tambien te extrañe, muchisimo amor-.

Se acercó a mi –aqui hace mucho frío, no me gusta este lugar -me susurró en mi oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- con su carita haciendo una mueca.

Sonrió, como extrañaba estos momentos a su lado y la sonrisa que me regalo en ese momento.

Continuará....

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