lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 2

Capitulo 2

Han pasado 2 días y este sentimiento de angustia no me deja tranquila. ¿Será que va a pasar algo malo?

Veo desde el comedor padre e hijo jugando en la salita. Ese momento va a perdurar en mi memoria hasta que muera, sonrió y me reúno con ellos y mi amado tesoro se sienta en mi falda y se queda dormido, lo observo como si fuera mi mayor tesoro aunque a decir verdad lo es, no sabría que hacer sin el, nuevamente esa sensación ¡Oh Dios¡ que no le vaya a pasar nada a mi bebe, lo abrazo fuerte y doy una plegaria en silencio.

Richard me observa en silencio en sus ojos veo ternura, amor y… ¿tristeza? En que estarás pensando, tengo miedo el preguntar y nos miramos en silencio hasta que la sirvienta anuncia que esta lista la cena.

Te despierto y abres esos bellos ojos iguales a los míos y te llevo en brazos al comedor, allí te siento en tu lugar y empiezas a comer; mas bien diría a jugar con tu comida, ya estas sucio pero no me importa. Tengo la necesidad de ver todos tus gestos, expresiones, lo que haces con las manos, tus sonrisas, tu voz que es como la de un ángel que me llena los días de alegría. Acabada la cena Richard se retira a su hotel se lo veía muy angustiado dijo que vendría mañana temprano.

Subí a la habitación de mi pequeño, su cuarto estaba lleno de juguetes, una mecedora al lado de una gran ventana, muchas hojas en el suelo lleno de garabatos, en su cama mi ángel descansa ajeno de la angustia que se apodera de mi sin razón aparente, me siento al lado tuyo viéndote dormir y rezo por que nada malo te vaya a ocurrir si algo te pasara preferiría morir. Te di un beso de buenas noches y me dirijo a mi habitación.

El día era soleado y hermoso teníamos planeado ir a pasear, así que me puse un hermoso vestido celeste y blanco con mangas largas me hice un peinado y como toque final un lindo sombrero blanco. Richard llegó mas temprano de lo habitual lo noté inquieto como si tuviera apuro, a mi Terry lo vestí con un traje azul se veía muy guapo.

Tenia que ir al teatro ya que ese día me iban a dar el libreto de la próxima en escena y como estaba ahí Richard le pedí que me esperara para poder ir todos juntos a dar un paseo, salí y tome un carruaje para que me llevó al teatro, ahí me encontré con mi compañero de escena Robert Hathaway conversamos un rato luego que me hayan entregado mi libreto y se ofreció en llevarme a casa ya que quería saludar a su pequeño amigo, Robert siempre ha querido a mi Terry como si fuera su propio hijo.

Llegamos y de nuevo tuve ese sensación pero ahora con mayor fuerza y entre a la casa corriendo gritando el nombre de Terry, Robert me siguió asustado por mis gritos, corrí directo a su cuarto ahí en la mesita de noche había una carta con la letra de Richard, lo abrí lentamente y me entró un miedo.

Eleanor

Lamentablemente el deber me ha llamado y debo regresar a Inglaterra, no olvidaré los buenos momentos que pasamos juntos, pero este deber tiene un precio y debo casarme con una mujer que me han impuesto a la cual no amo y nunca amaré como te amé.

Me lleva a Terry conmigo por que se que tendrá un buen futuro a mi lado, estudiará en los mejores colegios, ya que el será mi heredero cuando cumpla edad, a tu lado se que eres una buena madre pero piensa en las habladurías que pensarían de ti, de él, estará seguro a mi lado.

No puedo negar que tengas contacto con él por que eres su madre y eso no se reemplaza, pero debe ser mínimo.

Partiremos en el barco del mediodía, Terry te manda saludos.

Richard.

No podía creer lo que mis ojos leían, Richard me quitaba a mi hijo no podía permitirlo.

Vi el reloj de eran las 11:30 debía apurarme, bajé rápidamente ahí seguía Robert esperando para saber que sucedía y le explique brevemente diciéndole que me lleve al muelle, el aceptó y nos dirigimos rápidamente, al llegar al muelle salí corriendo buscando a mi hijo, dejé a Robert que se encargará de pagar al cochero, no pensaba en otra cosa que encontrarte.

Faltaban 5 minutos para el mediodía, desesperada gritaba tu nombre las personas me veían, no me importaba lo que pensaran mis pensamientos estaban puestas exclusivamente en ti.

Pregunté cual era el barco que se iba a Londres una vez que me respondieron me dirigí allá, pero había mucha gente y no podía movilizarme, estaba cerca de llegar al lugar me di cuenta que el barco estaba por zarpar, veía a la gente despidiendo a sus seres queridos, pero para mi era como una sentencia de muerte, y era la persona que amaba el que me dio la estocada final.

Ahí estaba Richard junto con Terry, mi pequeño en su inocencia y sin comprender lo que nos estaba haciendo su padre agitaba tus manos.

Corrí tanto como mis piernas podían aunque se que era inútil grité “Terry….Terry….no te lleves a mi hijo” no se en que momento perdí el equilibrio y caí al suelo, lloré ahí mismo. Se que mi Terry me vio pero no supe que fue lo que dijo por que Richard se lo llevó.

Robert me encontró en el suelo no me moví hasta que me levantó en brazos y lloré en su pecho hasta caer en la inconciencia con la esperanza que al despertar encontrar con unos ojos y una sonrisa idéntica a la mía.

Continuará....

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lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 2

Capitulo 2

Han pasado 2 días y este sentimiento de angustia no me deja tranquila. ¿Será que va a pasar algo malo?

Veo desde el comedor padre e hijo jugando en la salita. Ese momento va a perdurar en mi memoria hasta que muera, sonrió y me reúno con ellos y mi amado tesoro se sienta en mi falda y se queda dormido, lo observo como si fuera mi mayor tesoro aunque a decir verdad lo es, no sabría que hacer sin el, nuevamente esa sensación ¡Oh Dios¡ que no le vaya a pasar nada a mi bebe, lo abrazo fuerte y doy una plegaria en silencio.

Richard me observa en silencio en sus ojos veo ternura, amor y… ¿tristeza? En que estarás pensando, tengo miedo el preguntar y nos miramos en silencio hasta que la sirvienta anuncia que esta lista la cena.

Te despierto y abres esos bellos ojos iguales a los míos y te llevo en brazos al comedor, allí te siento en tu lugar y empiezas a comer; mas bien diría a jugar con tu comida, ya estas sucio pero no me importa. Tengo la necesidad de ver todos tus gestos, expresiones, lo que haces con las manos, tus sonrisas, tu voz que es como la de un ángel que me llena los días de alegría. Acabada la cena Richard se retira a su hotel se lo veía muy angustiado dijo que vendría mañana temprano.

Subí a la habitación de mi pequeño, su cuarto estaba lleno de juguetes, una mecedora al lado de una gran ventana, muchas hojas en el suelo lleno de garabatos, en su cama mi ángel descansa ajeno de la angustia que se apodera de mi sin razón aparente, me siento al lado tuyo viéndote dormir y rezo por que nada malo te vaya a ocurrir si algo te pasara preferiría morir. Te di un beso de buenas noches y me dirijo a mi habitación.

El día era soleado y hermoso teníamos planeado ir a pasear, así que me puse un hermoso vestido celeste y blanco con mangas largas me hice un peinado y como toque final un lindo sombrero blanco. Richard llegó mas temprano de lo habitual lo noté inquieto como si tuviera apuro, a mi Terry lo vestí con un traje azul se veía muy guapo.

Tenia que ir al teatro ya que ese día me iban a dar el libreto de la próxima en escena y como estaba ahí Richard le pedí que me esperara para poder ir todos juntos a dar un paseo, salí y tome un carruaje para que me llevó al teatro, ahí me encontré con mi compañero de escena Robert Hathaway conversamos un rato luego que me hayan entregado mi libreto y se ofreció en llevarme a casa ya que quería saludar a su pequeño amigo, Robert siempre ha querido a mi Terry como si fuera su propio hijo.

Llegamos y de nuevo tuve ese sensación pero ahora con mayor fuerza y entre a la casa corriendo gritando el nombre de Terry, Robert me siguió asustado por mis gritos, corrí directo a su cuarto ahí en la mesita de noche había una carta con la letra de Richard, lo abrí lentamente y me entró un miedo.

Eleanor

Lamentablemente el deber me ha llamado y debo regresar a Inglaterra, no olvidaré los buenos momentos que pasamos juntos, pero este deber tiene un precio y debo casarme con una mujer que me han impuesto a la cual no amo y nunca amaré como te amé.

Me lleva a Terry conmigo por que se que tendrá un buen futuro a mi lado, estudiará en los mejores colegios, ya que el será mi heredero cuando cumpla edad, a tu lado se que eres una buena madre pero piensa en las habladurías que pensarían de ti, de él, estará seguro a mi lado.

No puedo negar que tengas contacto con él por que eres su madre y eso no se reemplaza, pero debe ser mínimo.

Partiremos en el barco del mediodía, Terry te manda saludos.

Richard.

No podía creer lo que mis ojos leían, Richard me quitaba a mi hijo no podía permitirlo.

Vi el reloj de eran las 11:30 debía apurarme, bajé rápidamente ahí seguía Robert esperando para saber que sucedía y le explique brevemente diciéndole que me lleve al muelle, el aceptó y nos dirigimos rápidamente, al llegar al muelle salí corriendo buscando a mi hijo, dejé a Robert que se encargará de pagar al cochero, no pensaba en otra cosa que encontrarte.

Faltaban 5 minutos para el mediodía, desesperada gritaba tu nombre las personas me veían, no me importaba lo que pensaran mis pensamientos estaban puestas exclusivamente en ti.

Pregunté cual era el barco que se iba a Londres una vez que me respondieron me dirigí allá, pero había mucha gente y no podía movilizarme, estaba cerca de llegar al lugar me di cuenta que el barco estaba por zarpar, veía a la gente despidiendo a sus seres queridos, pero para mi era como una sentencia de muerte, y era la persona que amaba el que me dio la estocada final.

Ahí estaba Richard junto con Terry, mi pequeño en su inocencia y sin comprender lo que nos estaba haciendo su padre agitaba tus manos.

Corrí tanto como mis piernas podían aunque se que era inútil grité “Terry….Terry….no te lleves a mi hijo” no se en que momento perdí el equilibrio y caí al suelo, lloré ahí mismo. Se que mi Terry me vio pero no supe que fue lo que dijo por que Richard se lo llevó.

Robert me encontró en el suelo no me moví hasta que me levantó en brazos y lloré en su pecho hasta caer en la inconciencia con la esperanza que al despertar encontrar con unos ojos y una sonrisa idéntica a la mía.

Continuará....

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