lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 8

0 comentarios
Capitulo 8

Los sentimientos de Terry

Desde que tengo memoria solo he conocido la soledad, aunque hubo un tiempo aunque breve fui feliz, había tenido una mamá un papá que me amaron, había sentido su amor, sus sonrisas, sus abrazos, sus besos y sus atenciones conmigo. Hay un recuerdo pero que ahora lo tengo borroso, es la de un día de campo, solo recuerdo las caras felices de mis padres y el día soleado que nos sonreía.

Realmente no se cuando cambio todo eso, quizás en el momento que mi padre me subió a ese barco que nos separó de mi madre, la recuerdo corriendo por el puerto siguiendo al barco gritando mi nombre justo antes de caer. Todavía era pequeño no podía hacer nada, no podía ir a ayudarla, mi padre me llevó de vuelta al camarote. Pregunté por mamá y el me dijo que iba a tener una nueva mamá, pero yo quería a la mía no quería una nueva mamá. Y lloré mi padre no aguantando mi llanto salió del camarote y me dejo solo, no me abrazó ni me consoló, pero eso era tan solo el principio de mi triste vida sin mi madre.

Londres era tan diferente a New York el clima casi siempre era nublado y ambiente gris en cambio New York era soleado y tenia mas color, mi padre me llevó a una enorme mansión por dentro era frío, nos recibieron los sirvientes y una señora con cara de cerdo que me miraba como si fuera basura y oliera mal por la mueca que tenia, mi padre me la presentó como su esposa y como mi nueva mamá.

Los días en esa enorme casa eran horribles, la cara de cerdo como la llamaba no pensaba decirle mamá por que sabia que ella no me quería que solo me aguantaba por mi padre, era mala conmigo y siempre me decía cosas feas, decía cosas horribles de mi madre, un día no aguante mas y la empujé aunque era pequeño la hice caer y Salí corriendo a mi habitación sabiendo que mi padre vendría a castigarme. Mi padre no me defendía, ya no me quería, los únicos que me querían ahí era la servidumbre.

Me hice amigos de la cocinera, el jardinero, el chofer, de mi maestro de equitación y mi niñera. 2 años después mi madre vino a visitarme estaba en la sala junto a mi padre parecía que discutían cuando entre con la niñera corrí a sus brazos como la extrañaba ella me abrazó fuerte.

-porque tardaste mucho, mami- dije abrazándola todo lo que mis pequeñas manos podían –te extrañé-.

-no pude venir antes- me dijo sonriendo, como extrañaba esa sonrisa y ver su lunar – yo también te extrañe muchísimo amor-.

Me acerco a ella –aquí hace mucho frío, no me gusta este lugar -le susurré en su oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- dije haciendo una mueca.

Solo pudo permanecer a mi lado una semana que recordaría con ilusión en mis largas noches en la enorme casa en la cual vivía. La despedida fue dolorosa para ambos, lo se por que vi en sus ojos la tristeza que la embargaba el dejarme solo sin su protección y su amor por que ella fue la única que me ha amado y protegido. A mi padre solo le ha importado el buen nombre de los Grandchester. Ahora lo recuerdo como si fuera ayer.

-Terry, te prometo que estaremos juntos- me dijo suave mientras hundía su rostro entre mis cabellos. Yo solo pude mover la cabeza afirmando. Lloraría si abría la boca así que no le dije nada solo pude abrazarla. Y ella me sonrió una última vez antes de irse.

Aun recuerdo su sonrisa, esa sonrisa me acompañó mis noches cuando se marchó, se que mi padre le dijo que se marchara, se que mi madre quería que me fuera con ella, lo que no supe era por que mi padre no le permitido que me fuera sino era feliz aquí, yo era feliz al lado de mi madre. Así que no me enfadé con ella cuando se tuvo que ir, aunque la despedida fue muy triste para ambos.

Desde ese momento le perdí el respeto a ese hombre que me separó de la mujer que me amó hasta ese momento. Esa fue la última vez que le dije papá…

Pasaron los años y el duque tuvo 3 hijos más con la cara de cerdo, siempre he sido un estorbo en esta familia, tengo que soportar los gritos de la cara de cerdo, mi padre nunca dice nada para defenderme, absolutamente nada.

Me han inscrito a varios colegios internados, nunca encajé en ningún lugar, me expulsaban por pelear y llegar borracho a clases. A mi corta edad ya fumo y bebo, incluso cuando se me da la gana me meto en peleas callejeras. Es como una forma de descargar la ira que siento.

Mi padre me ha inscrito a colegio San Pablo aunque ya saben de mi reputación y las cosas que hago no me han expulsado por los donativos que mi padre da al colegio, así que hago lo que quiero.

Mi única amiga en esa cárcel como lo llamo, es Teodora mi fiel compañera, mi caballo. Todos en esta cárcel me temen por que dicen que soy un delincuente, no me importa lo que dicen.

---

El invierno ha llegado, estoy en un barco que se dirige a América, había pensado mucho el hacer este viaje, aunque soy menor de edad pude abordar, estoy harto de la vida que tengo en este momento recuerdo la promesa que nos hicimos con mi madre el estar juntos, voy a reunirme con ella y pedirle si puedo vivir con ella.

New York, muy diferente a Londres hay mas gente y mas luces, ni bien salgo del puerto, comienza una tormenta de nieva, hace mucho frió pero eso no me impide ir directamente a casa de mi madre.

Estoy parado en la puerta sin saber que hacer, el viento frío que sopla no lo siento, estoy nervioso muevo mi brazo lentamente y toco la puerta, espero unos minutos y me abre la sirvienta que una vez fue mi nana.

Se sorprende de verme-ah…es usted señorito Terry- va en busca de mi madre, se dirige a una puerta y toca, se abre y ahí la veo tan hermosa como un ángel –su hijo señora-.

-mamá- digo, ella viene a mi corriendo -Terry- dice hacia tiempo no escuchaba su voz -Terry- me mira de pies a cabeza –como has crecido- cierro los ojos –no te quedes ahí, entra- me dice.

Entro a la casa era acogedora y caliente a comparación a la residencia Grandchester –haré que la mucama te prepare algo caliente- escucho que dice ya que esta detrás mió me doy la vuelta –Mamá- digo y nos abrazamos. Hacia tanto tiempo que no recibía un abrazo se sentía tan agradable, mi madre como la había extrañado.

–Mi querido Terry- me abraza más fuerte, cierro los ojos para disfrutar de su calidez, no quería salir de sus brazos que una vez me habrían brindado consuelo, cariño y calmaron mis miedos.

Escucho risas que provienen de la otra habitación y ella se pone tensa y afloja su abrazo -ya no podrás volver aquí- me dice, abro los ojos - por que no se ha revelado que tu eres mi hijo – me dice apenada no quería verle la cara –Terry no interpretes mal, yo te adoro – sabia que lo lamentaba pero me ganó mi rabia y mi orgullo, ella quería abrazarme pero me separé violentamente y su collar que tenia puesto se rompió y Salí rápidamente de la casa. Aun podía escucharla a pesar de la tormenta –Terry… Terry, eres hijo de los Grandchester, promete que no le dirás a nadie que eres mi hijo, no lo digas a nadie…a nadie –corría sin rumbo fijo, no sabia que iba a hacer a partir de ese momento.

---

El viaje de vuelta fue amargo, me quedé en mi camarote, solo salía para comer y por las noches a pasear por los pasillos.

Solo podía pensar en lo que pudo haber sido si mi madre no me hubiera rechazado. Los abrazos, las sonrisas compartidas, almuerzos y cenas en compañía. Creí que mi vida iba a ser diferente, iba a alejarme de los malos tratos de la cara de cerdo, las burlas y malas caras de sus hijos, la indiferencia del duque. Aunque se que los únicos que me han mostrado cariño ha sido las sirvientes, pero estoy seguro que se hubieran alegrado que no regresara sabiendo que era feliz lejos de las frías paredes de la residencia Grandchester.

Mis pensamientos se mezclan entre la neblina, mi madre me rechazó se que reaccioné mal, me hubiera gustado pedirle perdón pero el orgullo no me deja. Me apoyo en la baranda mirando hacia el mar. Adentro hay una fiesta pero eso a mi no me importa no estoy de animo para festejar. Aquí afuera hace frío pero no lo siento, una lágrima cae por mi mejilla. Debo regresar a Londres por que no tengo a donde mas ir. Debo regresar a mi solitaria vida hasta que tenga edad para poder realizar mis sueños.

---

He conocido un ángel que salio de la niebla, un ángel pecoso. Me hizo olvidar de mi dolor por un momento. En la soledad de mi camarote no puedo dejar de pensar en ella. Tan dulce, tan linda y sin conocerme se preocupó por mi, espero volver a verla.

Londres con su clima que me deprime, la pude ver de lejos estaba con 2 jóvenes que se la llevaron. Alquile un vehiculo y me dirigí a un hotel, prefiero permanecer el menor tiempo en esa enorme casa y su gente.

---

No puedo creer que el destino fuera bondadoso conmigo, la volví a ver, estudia aquí en el San Pablo. Justo interrumpí la misa y la vi, en toda la masa de negras vestiduras, ella era el ángel vestida de blanco. No me importó el castigo de la hermana Grey.

Conforme pasaba el tiempo me di cuenta que era diferente a cualquier otra chica que haya conocido. Era bondadosa, de buen corazón y no le importaba los castigos con tal de ayudar a sus amigos. Como cuando salio del colegio solo para comprarme medicina cuando llegué herido y por error fui a caer en su dormitorio, aunque se que me comporté de mala manera y no le pude agradecer el haber cuidado de mi. Albert nos nombró los rebeldes del colegio San Pablo.

---

Ella conoce mi secreto, por error había dejado una foto de mi madre, ello lo vio, no pude evitar descargar mi frustración con ella, me prometió que no le diría a nadie y se que no lo hará. Pero me siento mal por haberme comportado con ella. Después de haberse ido me quedé solo con mis amargos recuerdos, el anhelo de ver a mi madre, su rechazo, el amargo regreso, la luz que me iba sacando de a poco de la oscuridad, un ángel que me cuida aunque no lo sepa un ángel pecoso que me hace olvidar mis problemas, también recuerdo las palabras de la cara de cerdo, la indiferencia del duque, los ojos acusadores de sus hijos. No lo soporto y salgo a despejarme, voy a visitar a mi fiel compañera Teodora. Cabalgo aunque se que pronto lloverá, escucho un grito “es Candy” y cae por las escaleras, voy a su lado, esta desmayada, la escucho murmurar -Anthony- esa fue la primera vez que escuché el nombre de mi rival

---

Me sentí fatal cuando supe que mi rival con quien iba a pelear por el cariño de Candy estaba muerto. Pero no podía retractar mis palabras mi orgullo era demasiado fuerte. Me lo contó cuando nos encontramos en el zoológico que trabaja nuestro amigo Albert, habíamos disfrutado de un buen paseo y me pude burlar de ella, pero tuve que estropearlo con mi gran boca. Nos enojamos y me fui para no decir algo que me pudiera arrepentir.

---

El festival de mayo fui la primera vez que participé por que ella iba a estar presente aunque estuviera castigada eso no iba a detenerla para que disfrute de ese día, estuvo disfrazada de Romeo y Julieta, disfruté su compañía reímos, corrimos, bailamos pero tuvo que estropear hablando de Anthony, se que esta mal ponerme celoso de un muerto pero lo único que he conocido es la soledad y el rechazo y por lo tanto siento esta inseguridad de que pueda rechazarme o no sienta lo mismo que yo. Por eso me comporté así con ella. Me fui y la dejé sola, pero no pude permanecer mucho tiempo enfadado con ella así que fui al cuarto de meditación donde ella había sido castigada y la salve de que la descubrieran.

---

Han llegado las vacaciones de verano y como cada año me voy a Escocia, para alejarme de mi padre. Prefiero estar solo que estar soportando a su esposa y sus hijos. Se que Candy vendrá al colegio de verano.

Loa días son tranquilos no estoy solo, Mark y su madre me hacen compañía, a Mark lo considero como un hermano menor, su madre se preocupa de que coma bien incluso me invita a cenar a su casa para que no me sienta solo en esa enorme casa, soy como su segundo hijo. Juego con Mark hasta que su madre nos llama a cenar, hay días que me quedo a dormir cuando sin darnos cuenta se hace tarde y su madre no me deja marcharme diciendo que podría ser peligroso. En momentos así pienso en mi madre e imagino como podría haber sido si mi padre no me hubiera alejado de ella. Me hubiera cobijado en los días fríos, cenaríamos juntos, me leería los libros que ahora poseo y que guardo con recelo incluso me castigaría si hacia travesuras, por un momento sonrío pero al instante frunzo el ceño y aparto esos pensamientos de mi mente y me duermo.

---

El día era soleado perfecto para dar una vuelta por los alrededores de seguro Candy ya habría llegado al colegio. En eso pensaba cuando aparece la madre de Mark y me dice que había una mujer que quería hablar conmigo. Bajé las escaleras, pensando que podría tratarse de la pecosa, en una de las habitaciones estaba ella, mi madre. Me sorprendí pero al instante cambie mi expresión por una de ira, ¿Qué hacia ella aquí?

-escúchame por favor- me dijo –lo lamento tanto- no quise escucharla –sal de aquí, no eres bienvenida- mi voz era fría, pero estaba herido, quería lastimarla, que sintiera lo que sentí con su rechazo –no lo haré hasta que me escuches- me dijo con los ojos llorosos. La miré, no sabia que hacer si se quedaba un momento mas, seguro que era capaz de perdonarla –sino te vas tu, me iré yo…regresaré por la mañana y cuando vuelva mas te vale que no estés aquí- dije finalmente y salí de la habitación, lo mejor era alejarme de ella, me dirigí a la puerta y salí dando un portazo. Al salir me di cuenta de mis acciones pero, cerré los ojos y me corrí hasta la casa de Mark, estoy seguro que me permitirán dormir esta noche con ellos.

A Mark no le importó que me quedara y tuve un día tranquilo, por la noche en mi cama no dejaba de pensar en ella. ¿Por qué estaba aquí? ¿Realmente quería disculparse? Con estas preguntas y más me quedé dormido.

Por la mañana regresé a casa no había nadie, se había ido, por un momento pensé que se quedaría. Creí que pelearía por mi, pero por lo visto me equivoqué y nuevamente me dejó.

Continuará…

El Amor de una Madre - Cap 7

0 comentarios

Capitulo 7

La mañana era preciosa, salí a despejarme un poco antes de poder hablar con Terry, por la tarde estaba ya estaba preparada para enfrentarme a él, salí en dirección a la mansión, toque la reja y una amable mujer me atendió le pedí que me permitiera hablar con mi hijo, me miró asombrada por lo que dije, seguramente ella pensaría que su madre era la mujer con la que estaba casada Richard, me miró fijamente para ver si había algún parecido, al parecer si lo encontró porque me dejó pasar, entre el interior el ambiente era frió, de una de las puertas salió Terry, al verme su cara cambio de uno tranquilo a una tensa y una mirada de odio que me atravesó el alma.

-escúchame por favor- le suplique –lo lamento tanto- el no me escuchó –sal de aquí, no eres bienvenida- su voz era tan fría como la misma casa que habitaba. –no lo haré hasta que me escuches- le dije con los ojos llorosos. El me miró no se que estaría pensando –sino te vas tu, me iré yo…regresaré por la mañana y cuando vuelva mas te vale que no estés aquí- dijo finalmente y salió de la habitación, se escucho un estruendo al cerrar la puerta con fuerza. Sabia que Terry estaba lastimado y enfadado pero no pensé que fuera tanto.

No se cuanto tiempo estuve parada en el mismo lugar cuando la amable mujer me dijo que la cena estaba lista. –No me quedaré a cenar- le dije amablemente, ella sonrió –es un poco tarde para que regrese, los caminos pueden ser peligrosos para una mujer sola, mejor quédese a dormir-.

-pero….y Terry, donde pasará la noche- le dije preocupada, -el va a pasar la noche en mi casa en compañía de Mark- dijo.

-gracias por…por cuidar de Terry- dije aliviada al saber que tenia a alguien que cuidara de el mientras no estuviera a su lado.

No pude dormir mucho esa noche, salí al balcón a tomar un poco de aire, el paisaje era maravilloso por la noche…pude ver el lago, la luna reflejándose en el. Mi mente se despejó ya estaba mas tranquila, no me daría por vencida, no podía irme sin su perdón.

A la mañana siguiente me fui a mi hotel después de que la amable mujer me diera el desayuno, por la tarde fui por los alrededores pensando que paso a seguir me acerque al lago los reflejos del sol en el lago era tranquilizador, me recargué en un árbol, cerré los ojos y suspiré “que hacer, como proceder, como acercarme” una lagrima se me escapó surcó mis mejillas, di una mirada a la enorme residencia. Ya estaba lista mentalmente para un nuevo enfrentamiento, siento una mirada y miró, ahí había una jovencita con una flores en la mano era rubia, pero no me di el lujo de ver mas porque me entro el miedo de que me reconociera y salí corriendo. Ya habría otro momento para ir a ver a Terry.

Al llegar al hotel, el recepcionista me dije que tenia un telegrama, me lo entrega y me voy a mi habitación a leerlo tranquila. Una vez ahí leo el telegrama, me puse pálida. Era Robert diciendo que necesitaba regresar de inmediato que habían cambiado la fecha de estreno y que debíamos empezar a ensayar.

Mañana debía ir a hablar con Terry, era mi ultima oportunidad, después de esto tal ves no habría otra, hasta quizás lo perdería para siempre.

El Amor de una Madre - Cap 6

0 comentarios

Capitulo 6

El nuevo día trae consigo nuevos fuerzas, nuevas experiencias, cada día es un paso mas para llegar a la meta impuesta. Pero para llegar a la meta hay que afrontar muchos obstáculos que a veces pensamos que nos son imposibles pero cuando pasa sentimos satisfacción sabiendo que estamos a un paso mas de alcanzar nuestros sueños. Algunos dejan de soñar en el camino no sabiendo que si hubieran hecho un esfuerzo mas lo hubieran alcanzado, solos los valientes siguen el sendero, yo nunca me he caracterizado por ser una persona que deja las cosas a medias por eso mismo tras meses de espera me encuentro hay en un barco, doy una mirada a la estatua de la libertad, aquella que se despide silenciosamente de mi.

El día es soleado, el clima es perfecto, me dirijo a mi camarote a descansar el viaje va a ser largo pero el ver la rostro de mi hijo me da fuerzas, solo quiero su perdón y que me acepte. Los días pasaban lentamente me dediqué a pasear por los pasillos mirando el mar, leyendo el libreto para la próxima puesta en escena, admirando el atardecer.

Llegamos al puerto durante la mañana, nos recibió el clima nublado de Londres a pesar de ser verano, el sol brillaba por momentos. Me dirigí al hotel para poder descansar del viaje y poder almorzar, en todo momento pensando que iba a decirle a mi hijo una vez que lo tenga en frente.

A la mañana siguiente me dirigí a la residencia de los Grandchester, iba disfrazada para no llamar la atención. Me atendió una amable mucama, pregunte por Ferry, creí poder encontrarme ahí pero me dijo ella que se encontraba en Escocia en una villa que tenia la familia para pasar las vacaciones de verano como cada año, se lo agradecí y le pedí que no le dijera de mi visita a nadie.

Regresé al hotel en parte triste de no encontrarlo y otra parte aliviada por que estaríamos solos nadie nos iba a molestar, ahora sabia el siguiente paso era el conseguir un transporte hacia Escocia. Estaba cada vez mas cerca, esa noche dormí tranquila soñando con un encuentro feliz con mi hijo.

Dos días después estaba de camino hacia Escocia, estaba nerviosa y me dedique a ver el paisaje, era hermoso, las praderas verdes, el sol brillaba a través de los árboles, el canto de los pájaros era música que me calmó.

Llegué la tarde del día siguiente, me instalé en mi hotel, la habitación estaba reservado a mi nombre no tenia miedo de que me reconocieran, estaba en un pueblo pequeño así que no había problema de que alguien me reconociera.

Luego del almuerzo caminé por el camino arenoso, pregunté por la villa Grandchester una vez que me indicaron me dirigí ahí. A lo lejos vi una hermosa mansión cerca de un lago, no supe cuanto tiempo me quedé viendo la estructura cuando me di cuenta estaba anocheciendo, ya era tarde así que volví al hotel, mañana iba a ser un largo día.

-espero que puedas perdonarme, Terry- susurré antes de cerrar los ojos y caer en la inconciencia.

Continuará...

El Amor de una Madre - Cap 5

0 comentarios

Capitulo 5

En lugar de ser el mejor día de mi vida se convirtió en el peor por causa del miedo que me invadió. Si no hubiera dicho eso estarías aquí conmigo.

Salí a su encuentro, tomé su mano lo miré de pies a cabeza –como has crecido- dije tiernamente –no te quedes ahí, entra- él entró lentamente –haré que la mucama te prepare algo caliente- dije.

Estabas de espalda a mi, te das la vuelta -mamá- dijiste, en ese momento me sentí la mujer más feliz del mundo, esa era la palabra mas maravillosa que había escuchado, hacia tanto que no te escuchaba y tu voz me pareció como la de los Ángeles. -Terry- te respondí, nos abrazamos, por primera vez en mucho tiempo me sentí tan dichosa, finalmente estabas a mi lado. Tu maleta me lo confirmaba, querías estar junto a mí como yo también quería. Así debió ser desde el principio como la familia que una vez fue. –Querido Terry- tuve como una especie de flashback al tenerte ahí, recordaba cuando eras pequeño y te refugiabas en mis brazos.

Unas risas interrumpen mis pensamientos y me devuelven a la realidad, me separó de él y lo miro –ya no podrás volver aquí-dije con el dolor en mi corazón. El se puso tenso –por que no se ha revelado que tu eres mi hijo- mi pequeñó Terry no me miraba, sabia que estaba enfadado por mi cobardía –Terry no interpretes mal, yo te adoro –él se separa de mis brazos de manera violenta y mi collar vuela y se rompe al igual que mi corazón y te veo correr hacia la puerta -Terry- corro detrás de ti, abres la puerta y corres hacia la calle –espera Terry- dije, te veo desaparecer entre la ventisca –Terry, Terry, eres hijo de los Grandchester, promete que no le dirás a nadie que eres mi hijo, no lo digas a nadie…a nadie – grité pero no pude verte mas.

Hubiera querido decirte tantas cosas muy distintas a las que te dije, esa noche lloré maldiciendo mi cobardía, necesitaba recuperar a mi hijo, pero ahora no era su padre el que nos separaba, ahora era el orgullo y la cobardía, con tal de recuperarte gritaré a los cuatro vientos sin importarme las consecuencias, que Terry era hijo del mismo duque y una actriz americana.

Esperaría a que termine la temporada y arreglar algunos asuntos, ahora iba a ser yo la que me dirija hacia donde te encuentras para recuperarte, se que será difícil, por que conociéndote habrás heredado el orgullo de tu padre. Pero no me dejaré vencer, en el pasado me dejé pisar por el que dirá pero ahora no me importa sino tengo el amor de mi hijo.

Continuará.....

Notas: Para este capitulo tuve que ver el episodio 38 varias veces para el dialogo del encuentro entre madre e hijo.

El Amor de una Madre - Cap 4

0 comentarios

Capitulo 4

Solo pude permanecer a tu lado una semana, que aproveché al máximo de esta contigo, durante ese tiempo no volví a ver a Richard hasta el ultimo día en Inglaterra. Le pedí por ultima vez que me dejara llevármelo, el se negó, la despedida fue un trago amargo tanto para mi como se que fue para mi Terry.

-Terry, te prometo que estaremos juntos- le dije suave mientras hundía mi rostro entre sus cabellos. El solo asintió.

El destino fue cruel con nosotros, el orgullo y el deber nos separó, aquel a quien amé me arrebató de mi lado lo más preciado que tenia, mi Terry.

No se como pude aguantar todos estos años pensando que otra le daría el amor que necesitaba. Para disminuir ese dolor me enfrasque en mi carrera para que cuando volviera a verte estuvieras orgulloso de tu madre.

Han pasado años desde la ultima vez que escuché tu voz, tengo fotografías tuyas que he recibio de tu parte, pero una cosa es verte en un papel y cuanto has crecido que tenerte entre mis brazos y verte crecer. Me he perdido muchas cosas de tu infancia, pero tu siempre me has escrito me alegra que no te hayas olvidado de la persona que te dio la vida y anhela tu regreso.

Todos los años en tu cumpleaños te enviaba algo para que no me olvidaras, juguetes, fotografías mías, también libros que una vez me pertenecieron y que ahora iban a ser tuyas. Esperaba que los recibieras con entusiasmo y me imaginaba tu cara de felicidad al recibirlos. Mi mayor temor era que pudieras rechazarlos....temía tu rechazo.

Nuevamente invierno, cada año es lo mismo, siento el frió no solo físico sino también lo siento en mi corazón al no tener a mi Terry a mi lado, esta época me siento mas sola. Salgo del teatro después del ensayo y me dirijo a casa, el viento gélido me llega hasta los huesos intento abrigarme más pero se que es inútil, al llegar a casa solo me recibe la sirvienta que tenia ya preparada mi cena, luego de retirarse la sirvienta la casa se sume en silencio, la soledad y los recuerdos son mi compañeras en los días de frió, la que calienta mis sabanas, me sonríe en los días calidos y la que me felicita por mis triunfos. En realidad no poseo amigos verdaderos, este mundo de la farándula es pura apariencia no sabes quienes son los que hablan de ti a tus espaldas y luego te sonríen como si nada. Al único que puedo decir amigo es a Robert quien ha estado conmigo en mis peores momentos cuando creí que no me quedaba nada y no tenia caso pelear cuando quería acabar con esta vida de sufrimiento, el me ayudo y me hizo recordar la promesa que una vez le hice a mi Terry.

Que hubiera pensado Terry de su madre cuando supiera que su madre había dejado de luchar por el, fue gracias a Robert y al recuerdo de Terry que salí adelante y dediqué todas mis actuaciones a mi hijo como si el estuviera viéndome.

Sonrío, no quiero pensar en los momentos malos de mi pasado.

–A ver que le voy a comprar a Terry para esta navidad. -

El día estaba frío mucho mas que el día anterior, era mi día libre así que ese día tenia invitados a cenar para celebrar el inicio de la temporada, por un momento pensé en cancelarlo no solo por el clima, tenía un presentimiento que algo iba a pasar pero lo ignoré.

El día pasó mas rápido de lo que a mi me hubiera gustado, ya estaba todo listo para la cena, había comprado el regalo para mi Terry, a la hora prevista llegaron los invitados, eran unos pocas personas a las que podía considerar amigos, tuvimos una cena tranquila la charla era tranquila, luego de la cena pasamos al living para seguir la charla sin interrupciones.

Luego de una hora de bromas y charlas animadas entra la sirvienta preguntando por mí, me acerco a la puerta, me susurra para que nadie escuche –señora, su hijo-.

No podía creerlo, saldo del living y efectivamente justo en la puerta con su maleta en mano estaba mi hijo…mi Terry.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 3

0 comentarios

Capitulo 3

Corría sin dirección, en busca de algo que había perdido pero no sabía que era, todo era oscuridad no podía ver mas allá de mi mano, entonces se ve una luz a lo lejos que rodeaba la silueta de una persona, era de un hombre, un joven para ser mas exacto.

Se encontraba de espalda a mi, desde mi posición pude apreciar era un joven alto, delgado, cabello castaño, traía puesto una camisa manga larga y cuello alto, unos pantalones blanco, tendría máximo unos 15 años. Mi corazón se aceleró, me acerqué al extraño joven tenia algo familiar, tuve una sensación que desde hace mucho no sentía.

No era amor de una mujer a un hombre ya que tenia edad para ser su madre. "Madre" esa palabra no la había escuchado desde hacia mas de 10 años. Me acerque cautelosamente temiendo que el extraño se esfumara, alce un brazo para tocarlo, al parecer "él" se dio cuenta de mi presencia y se dio la vuelta en cámara lenta. Justo antes de despertar pude ver unos ojos verde-azules.

"Terry" dije al despertar, había soñado con mi amado hijo, no volví a verlo desde esa vez en el muelle justo cuando su padre lo alejó de mi. Tuve una oportunidad de verlo justo 2 años después de que se fueran, viaje con un nombre falso, quizás Richard tendría hombres para asegurar de que no saliera del país.

Llegué a Londres una tarde de noviembre junto con un pequeño regalo adelantado de navidad, fui a la residencia de los Grandchester y me atendió una sirvienta y pregunté por Terry, al parecer ella sabia que era su madre por mi hijo ya que me dijo que no podía atenderme porque tenia ordenes estrictas de que Terry no recibiera visitas, pero me dijo que en una hora lo llevaría al parque.

Ahí lo vi de lejos junto con la sirvienta, ya no tenía esa sonrisa que alegraba mis días, estaba más callado y triste. No pude acercarme por temor a un castigo hacia la muchacha que me ayudó. Antes de que se fueran le di a ella el obsequio para mi niño.

Pasó una semana para tener el valor de volver a la residencia Grandchester esta vez para hablar con Richard. Él me recibió, pero al verlo no era la persona con la que me había enamorado, se veía mucho mayor, sus ojos no expresaban ningún sentimiento, suspiré antes de hablar, -te exijo que me devolviera a mi hijo, el mejor lugar que hay es a mi lado, junto a su madre-.

-pero, que puedes ofrecerle tu- dijo Richard – no estas en posición de exigir nada, Eleanor, que dirá la gente cuando te vean con el niño y además soltera, te repudiarán al igual que a Terry.

Miré atónita lo que me decía, en parte por que era verdad, pero no me importaba lo que me dijeran a mi con tener a mi lado a mi hijo.

-no me importa quiero a mi hijo, a mi lado tendrá todo el amor que no le están dando-dije. –el me miró de cabeza a los pies –pero que puedes ofrecerle a su futuro, como actriz no ganas suficiente para encargarte de Terry, a mi lado ese futuro lo tiene asegurado, los mejores colegios, aprenderá lo que necesita para ser mi heredero.

-pero y el amor, es que acaso no importa-repondí dolida por su argumento ya que estaba hablando como si fuera un objeto que no tiene sentimientos.

-eso no importa- respondió Richard.

- y lo que tuvimos tampoco te importó- al borde del llanto.

-lo que tuvimos fue como un hermoso sueño, pero tenia que despertar algún día- dijo Richard inexpresivo.

-supongo que no puedo hacer nada para que me devuelvas a Terry, cierto?-

-puedes despedirte si así lo quieres, sabes que no puedo evitar que pregunte por ti o que quiera verte- dijo Richard.

-me gustaría mucho verlo- dije con una pequeña sonrisa.

El llamó a una sirvienta la cual venia junto a mi pequeño, el al verme corrió y me abrazó.

-porque tardaste mucho, mami- dijo mi pequeño Terry –te extrañé-.

-no pude venir antes- dije sonriendo –yo tambien te extrañe, muchisimo amor-.

Se acercó a mi –aqui hace mucho frío, no me gusta este lugar -me susurró en mi oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- con su carita haciendo una mueca.

Sonrió, como extrañaba estos momentos a su lado y la sonrisa que me regalo en ese momento.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 2

0 comentarios

Capitulo 2

Han pasado 2 días y este sentimiento de angustia no me deja tranquila. ¿Será que va a pasar algo malo?

Veo desde el comedor padre e hijo jugando en la salita. Ese momento va a perdurar en mi memoria hasta que muera, sonrió y me reúno con ellos y mi amado tesoro se sienta en mi falda y se queda dormido, lo observo como si fuera mi mayor tesoro aunque a decir verdad lo es, no sabría que hacer sin el, nuevamente esa sensación ¡Oh Dios¡ que no le vaya a pasar nada a mi bebe, lo abrazo fuerte y doy una plegaria en silencio.

Richard me observa en silencio en sus ojos veo ternura, amor y… ¿tristeza? En que estarás pensando, tengo miedo el preguntar y nos miramos en silencio hasta que la sirvienta anuncia que esta lista la cena.

Te despierto y abres esos bellos ojos iguales a los míos y te llevo en brazos al comedor, allí te siento en tu lugar y empiezas a comer; mas bien diría a jugar con tu comida, ya estas sucio pero no me importa. Tengo la necesidad de ver todos tus gestos, expresiones, lo que haces con las manos, tus sonrisas, tu voz que es como la de un ángel que me llena los días de alegría. Acabada la cena Richard se retira a su hotel se lo veía muy angustiado dijo que vendría mañana temprano.

Subí a la habitación de mi pequeño, su cuarto estaba lleno de juguetes, una mecedora al lado de una gran ventana, muchas hojas en el suelo lleno de garabatos, en su cama mi ángel descansa ajeno de la angustia que se apodera de mi sin razón aparente, me siento al lado tuyo viéndote dormir y rezo por que nada malo te vaya a ocurrir si algo te pasara preferiría morir. Te di un beso de buenas noches y me dirijo a mi habitación.

El día era soleado y hermoso teníamos planeado ir a pasear, así que me puse un hermoso vestido celeste y blanco con mangas largas me hice un peinado y como toque final un lindo sombrero blanco. Richard llegó mas temprano de lo habitual lo noté inquieto como si tuviera apuro, a mi Terry lo vestí con un traje azul se veía muy guapo.

Tenia que ir al teatro ya que ese día me iban a dar el libreto de la próxima en escena y como estaba ahí Richard le pedí que me esperara para poder ir todos juntos a dar un paseo, salí y tome un carruaje para que me llevó al teatro, ahí me encontré con mi compañero de escena Robert Hathaway conversamos un rato luego que me hayan entregado mi libreto y se ofreció en llevarme a casa ya que quería saludar a su pequeño amigo, Robert siempre ha querido a mi Terry como si fuera su propio hijo.

Llegamos y de nuevo tuve ese sensación pero ahora con mayor fuerza y entre a la casa corriendo gritando el nombre de Terry, Robert me siguió asustado por mis gritos, corrí directo a su cuarto ahí en la mesita de noche había una carta con la letra de Richard, lo abrí lentamente y me entró un miedo.

Eleanor

Lamentablemente el deber me ha llamado y debo regresar a Inglaterra, no olvidaré los buenos momentos que pasamos juntos, pero este deber tiene un precio y debo casarme con una mujer que me han impuesto a la cual no amo y nunca amaré como te amé.

Me lleva a Terry conmigo por que se que tendrá un buen futuro a mi lado, estudiará en los mejores colegios, ya que el será mi heredero cuando cumpla edad, a tu lado se que eres una buena madre pero piensa en las habladurías que pensarían de ti, de él, estará seguro a mi lado.

No puedo negar que tengas contacto con él por que eres su madre y eso no se reemplaza, pero debe ser mínimo.

Partiremos en el barco del mediodía, Terry te manda saludos.

Richard.

No podía creer lo que mis ojos leían, Richard me quitaba a mi hijo no podía permitirlo.

Vi el reloj de eran las 11:30 debía apurarme, bajé rápidamente ahí seguía Robert esperando para saber que sucedía y le explique brevemente diciéndole que me lleve al muelle, el aceptó y nos dirigimos rápidamente, al llegar al muelle salí corriendo buscando a mi hijo, dejé a Robert que se encargará de pagar al cochero, no pensaba en otra cosa que encontrarte.

Faltaban 5 minutos para el mediodía, desesperada gritaba tu nombre las personas me veían, no me importaba lo que pensaran mis pensamientos estaban puestas exclusivamente en ti.

Pregunté cual era el barco que se iba a Londres una vez que me respondieron me dirigí allá, pero había mucha gente y no podía movilizarme, estaba cerca de llegar al lugar me di cuenta que el barco estaba por zarpar, veía a la gente despidiendo a sus seres queridos, pero para mi era como una sentencia de muerte, y era la persona que amaba el que me dio la estocada final.

Ahí estaba Richard junto con Terry, mi pequeño en su inocencia y sin comprender lo que nos estaba haciendo su padre agitaba tus manos.

Corrí tanto como mis piernas podían aunque se que era inútil grité “Terry….Terry….no te lleves a mi hijo” no se en que momento perdí el equilibrio y caí al suelo, lloré ahí mismo. Se que mi Terry me vio pero no supe que fue lo que dijo por que Richard se lo llevó.

Robert me encontró en el suelo no me moví hasta que me levantó en brazos y lloré en su pecho hasta caer en la inconciencia con la esperanza que al despertar encontrar con unos ojos y una sonrisa idéntica a la mía.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 1

0 comentarios

Este es el primer minific que realizo, de la serie que marco mi infancia a una mas feliz...Candy Candy, espero que lo disfruten


Capítulo 1

Naciste un 28 de enero de 1897, fue el mejor día de mi vida, te tenía en mis brazos. La primera vez que te vi eras tan chiquito e indefenso.

Tu cabeza la cubría una capa de pelo castaño, mejillas rosas de llorar al dar el primer respiro a tu nueva vida fuera del vientre, compartíamos los mismos labios y el color de los ojos.

Con tan solo verte me volví a enamorar no podía creer que de un gran amor saliera algo tan maravilloso que me deslumbro desde el primer momento en que nos vimos a los ojos. Richard estaba muy emocionado su primogénito, su orgullo, su heredero, estaba contento de que saliera niño, pero a mi no me importaba lo hubiera amado igual si hubiera sido niña.

La dicha era tan grande la que sentía que lloré de alegría por fin te tenia entre mis brazos pequeño Terry, mi corazón era tan feliz….no podía esperar para darte todo el amor que tenia guardado solo para ti.

Pasaban los años y tu crecías en un ambiente de amor, íbamos al parque a disfrutar de los días de sol ahí habían niños con los que jugabas y las niñas ya a esa edad suspiraban por ti. Tu padre se ausentaba por temporadas por obligaciones como futuro duque, pero cuando llegaba disfrutábamos juntos de tus aventuras. Tus primeros pasos, la primera palabra fue mamá y me sentí tan dichosa de ser parte de ti. Nadie sabe que es mi hijo ya que Richard y yo no hemos formalizado nada.

De su ultimo viaje a Londres, Richard ha estado muy callado, pensativo no me ha querido decir nada. Las navidades siempre han sido una época maravillosa la hemos pasado en familia Richard se ha quedado con nosotros, yo misma preparé la cena nos sentamos cerca de la chimenea junto al árbol de navidad, Terry esta muy emocionado quiere abrir los regalos, bosteza y se duerme en poco tiempo. Fue la mejor navidad que he tenido….y la ultima.

La primavera ha llegado y las aves cantan las flores llenan los jardines y Terry corre sin parar pareciera que nunca se cansará, soy joven pero aun así al final del día quedo cansada pero ver la sonrisa mientras duerme vale la pena.

El día es perfecto para un picnic en familia, Richard nos acompaña, Terry contaba con 3 añitos, nos fuimos a un parque y nos instalamos en un lugar apartado de las miradas de otros queríamos privacidad para disfrutar del hermoso día.

Terry llevaba un trajecito azul que resaltaba sus hermosos ojos, Richard jugaba con el, jugaba al avioncito al caballito, disfrutamos de la merienda, de tanto jugar mi hermoso angelito se durmió en la manta, al retirarnos Richard lo alza y lo lleva en brazos, al llegar a casa lo arropamos y le doy un beso.

Al salir Richard se marchó a su hotel sin decir una sola palabra, no se porque pero tuve una sensación de el pecho tuve unas ganas de llorar se me salieron unas lagrimas pero no había una razón por la cual lloraba. Volví al lado de mi pequeño y dormí abrazada a el.

Lo que no sabía es que esta iba a ser la última vez que lo abrazaría y pasarían años para tenerlo entre mis brazos nuevamente.

Continuará....



viernes, 22 de enero de 2010

Un saludo de practica

0 comentarios
Hola mi nimbre es Lorena...y bueno estoy probando el blog ya que no estoy acostumbrada a esto, pero la practica hace al maestro, espero que pronto pueda hacer mi espacio mucho mas bonito.

besos
Lore

lunes, 25 de enero de 2010

El Amor de una Madre - Cap 8

Capitulo 8

Los sentimientos de Terry

Desde que tengo memoria solo he conocido la soledad, aunque hubo un tiempo aunque breve fui feliz, había tenido una mamá un papá que me amaron, había sentido su amor, sus sonrisas, sus abrazos, sus besos y sus atenciones conmigo. Hay un recuerdo pero que ahora lo tengo borroso, es la de un día de campo, solo recuerdo las caras felices de mis padres y el día soleado que nos sonreía.

Realmente no se cuando cambio todo eso, quizás en el momento que mi padre me subió a ese barco que nos separó de mi madre, la recuerdo corriendo por el puerto siguiendo al barco gritando mi nombre justo antes de caer. Todavía era pequeño no podía hacer nada, no podía ir a ayudarla, mi padre me llevó de vuelta al camarote. Pregunté por mamá y el me dijo que iba a tener una nueva mamá, pero yo quería a la mía no quería una nueva mamá. Y lloré mi padre no aguantando mi llanto salió del camarote y me dejo solo, no me abrazó ni me consoló, pero eso era tan solo el principio de mi triste vida sin mi madre.

Londres era tan diferente a New York el clima casi siempre era nublado y ambiente gris en cambio New York era soleado y tenia mas color, mi padre me llevó a una enorme mansión por dentro era frío, nos recibieron los sirvientes y una señora con cara de cerdo que me miraba como si fuera basura y oliera mal por la mueca que tenia, mi padre me la presentó como su esposa y como mi nueva mamá.

Los días en esa enorme casa eran horribles, la cara de cerdo como la llamaba no pensaba decirle mamá por que sabia que ella no me quería que solo me aguantaba por mi padre, era mala conmigo y siempre me decía cosas feas, decía cosas horribles de mi madre, un día no aguante mas y la empujé aunque era pequeño la hice caer y Salí corriendo a mi habitación sabiendo que mi padre vendría a castigarme. Mi padre no me defendía, ya no me quería, los únicos que me querían ahí era la servidumbre.

Me hice amigos de la cocinera, el jardinero, el chofer, de mi maestro de equitación y mi niñera. 2 años después mi madre vino a visitarme estaba en la sala junto a mi padre parecía que discutían cuando entre con la niñera corrí a sus brazos como la extrañaba ella me abrazó fuerte.

-porque tardaste mucho, mami- dije abrazándola todo lo que mis pequeñas manos podían –te extrañé-.

-no pude venir antes- me dijo sonriendo, como extrañaba esa sonrisa y ver su lunar – yo también te extrañe muchísimo amor-.

Me acerco a ella –aquí hace mucho frío, no me gusta este lugar -le susurré en su oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- dije haciendo una mueca.

Solo pudo permanecer a mi lado una semana que recordaría con ilusión en mis largas noches en la enorme casa en la cual vivía. La despedida fue dolorosa para ambos, lo se por que vi en sus ojos la tristeza que la embargaba el dejarme solo sin su protección y su amor por que ella fue la única que me ha amado y protegido. A mi padre solo le ha importado el buen nombre de los Grandchester. Ahora lo recuerdo como si fuera ayer.

-Terry, te prometo que estaremos juntos- me dijo suave mientras hundía su rostro entre mis cabellos. Yo solo pude mover la cabeza afirmando. Lloraría si abría la boca así que no le dije nada solo pude abrazarla. Y ella me sonrió una última vez antes de irse.

Aun recuerdo su sonrisa, esa sonrisa me acompañó mis noches cuando se marchó, se que mi padre le dijo que se marchara, se que mi madre quería que me fuera con ella, lo que no supe era por que mi padre no le permitido que me fuera sino era feliz aquí, yo era feliz al lado de mi madre. Así que no me enfadé con ella cuando se tuvo que ir, aunque la despedida fue muy triste para ambos.

Desde ese momento le perdí el respeto a ese hombre que me separó de la mujer que me amó hasta ese momento. Esa fue la última vez que le dije papá…

Pasaron los años y el duque tuvo 3 hijos más con la cara de cerdo, siempre he sido un estorbo en esta familia, tengo que soportar los gritos de la cara de cerdo, mi padre nunca dice nada para defenderme, absolutamente nada.

Me han inscrito a varios colegios internados, nunca encajé en ningún lugar, me expulsaban por pelear y llegar borracho a clases. A mi corta edad ya fumo y bebo, incluso cuando se me da la gana me meto en peleas callejeras. Es como una forma de descargar la ira que siento.

Mi padre me ha inscrito a colegio San Pablo aunque ya saben de mi reputación y las cosas que hago no me han expulsado por los donativos que mi padre da al colegio, así que hago lo que quiero.

Mi única amiga en esa cárcel como lo llamo, es Teodora mi fiel compañera, mi caballo. Todos en esta cárcel me temen por que dicen que soy un delincuente, no me importa lo que dicen.

---

El invierno ha llegado, estoy en un barco que se dirige a América, había pensado mucho el hacer este viaje, aunque soy menor de edad pude abordar, estoy harto de la vida que tengo en este momento recuerdo la promesa que nos hicimos con mi madre el estar juntos, voy a reunirme con ella y pedirle si puedo vivir con ella.

New York, muy diferente a Londres hay mas gente y mas luces, ni bien salgo del puerto, comienza una tormenta de nieva, hace mucho frió pero eso no me impide ir directamente a casa de mi madre.

Estoy parado en la puerta sin saber que hacer, el viento frío que sopla no lo siento, estoy nervioso muevo mi brazo lentamente y toco la puerta, espero unos minutos y me abre la sirvienta que una vez fue mi nana.

Se sorprende de verme-ah…es usted señorito Terry- va en busca de mi madre, se dirige a una puerta y toca, se abre y ahí la veo tan hermosa como un ángel –su hijo señora-.

-mamá- digo, ella viene a mi corriendo -Terry- dice hacia tiempo no escuchaba su voz -Terry- me mira de pies a cabeza –como has crecido- cierro los ojos –no te quedes ahí, entra- me dice.

Entro a la casa era acogedora y caliente a comparación a la residencia Grandchester –haré que la mucama te prepare algo caliente- escucho que dice ya que esta detrás mió me doy la vuelta –Mamá- digo y nos abrazamos. Hacia tanto tiempo que no recibía un abrazo se sentía tan agradable, mi madre como la había extrañado.

–Mi querido Terry- me abraza más fuerte, cierro los ojos para disfrutar de su calidez, no quería salir de sus brazos que una vez me habrían brindado consuelo, cariño y calmaron mis miedos.

Escucho risas que provienen de la otra habitación y ella se pone tensa y afloja su abrazo -ya no podrás volver aquí- me dice, abro los ojos - por que no se ha revelado que tu eres mi hijo – me dice apenada no quería verle la cara –Terry no interpretes mal, yo te adoro – sabia que lo lamentaba pero me ganó mi rabia y mi orgullo, ella quería abrazarme pero me separé violentamente y su collar que tenia puesto se rompió y Salí rápidamente de la casa. Aun podía escucharla a pesar de la tormenta –Terry… Terry, eres hijo de los Grandchester, promete que no le dirás a nadie que eres mi hijo, no lo digas a nadie…a nadie –corría sin rumbo fijo, no sabia que iba a hacer a partir de ese momento.

---

El viaje de vuelta fue amargo, me quedé en mi camarote, solo salía para comer y por las noches a pasear por los pasillos.

Solo podía pensar en lo que pudo haber sido si mi madre no me hubiera rechazado. Los abrazos, las sonrisas compartidas, almuerzos y cenas en compañía. Creí que mi vida iba a ser diferente, iba a alejarme de los malos tratos de la cara de cerdo, las burlas y malas caras de sus hijos, la indiferencia del duque. Aunque se que los únicos que me han mostrado cariño ha sido las sirvientes, pero estoy seguro que se hubieran alegrado que no regresara sabiendo que era feliz lejos de las frías paredes de la residencia Grandchester.

Mis pensamientos se mezclan entre la neblina, mi madre me rechazó se que reaccioné mal, me hubiera gustado pedirle perdón pero el orgullo no me deja. Me apoyo en la baranda mirando hacia el mar. Adentro hay una fiesta pero eso a mi no me importa no estoy de animo para festejar. Aquí afuera hace frío pero no lo siento, una lágrima cae por mi mejilla. Debo regresar a Londres por que no tengo a donde mas ir. Debo regresar a mi solitaria vida hasta que tenga edad para poder realizar mis sueños.

---

He conocido un ángel que salio de la niebla, un ángel pecoso. Me hizo olvidar de mi dolor por un momento. En la soledad de mi camarote no puedo dejar de pensar en ella. Tan dulce, tan linda y sin conocerme se preocupó por mi, espero volver a verla.

Londres con su clima que me deprime, la pude ver de lejos estaba con 2 jóvenes que se la llevaron. Alquile un vehiculo y me dirigí a un hotel, prefiero permanecer el menor tiempo en esa enorme casa y su gente.

---

No puedo creer que el destino fuera bondadoso conmigo, la volví a ver, estudia aquí en el San Pablo. Justo interrumpí la misa y la vi, en toda la masa de negras vestiduras, ella era el ángel vestida de blanco. No me importó el castigo de la hermana Grey.

Conforme pasaba el tiempo me di cuenta que era diferente a cualquier otra chica que haya conocido. Era bondadosa, de buen corazón y no le importaba los castigos con tal de ayudar a sus amigos. Como cuando salio del colegio solo para comprarme medicina cuando llegué herido y por error fui a caer en su dormitorio, aunque se que me comporté de mala manera y no le pude agradecer el haber cuidado de mi. Albert nos nombró los rebeldes del colegio San Pablo.

---

Ella conoce mi secreto, por error había dejado una foto de mi madre, ello lo vio, no pude evitar descargar mi frustración con ella, me prometió que no le diría a nadie y se que no lo hará. Pero me siento mal por haberme comportado con ella. Después de haberse ido me quedé solo con mis amargos recuerdos, el anhelo de ver a mi madre, su rechazo, el amargo regreso, la luz que me iba sacando de a poco de la oscuridad, un ángel que me cuida aunque no lo sepa un ángel pecoso que me hace olvidar mis problemas, también recuerdo las palabras de la cara de cerdo, la indiferencia del duque, los ojos acusadores de sus hijos. No lo soporto y salgo a despejarme, voy a visitar a mi fiel compañera Teodora. Cabalgo aunque se que pronto lloverá, escucho un grito “es Candy” y cae por las escaleras, voy a su lado, esta desmayada, la escucho murmurar -Anthony- esa fue la primera vez que escuché el nombre de mi rival

---

Me sentí fatal cuando supe que mi rival con quien iba a pelear por el cariño de Candy estaba muerto. Pero no podía retractar mis palabras mi orgullo era demasiado fuerte. Me lo contó cuando nos encontramos en el zoológico que trabaja nuestro amigo Albert, habíamos disfrutado de un buen paseo y me pude burlar de ella, pero tuve que estropearlo con mi gran boca. Nos enojamos y me fui para no decir algo que me pudiera arrepentir.

---

El festival de mayo fui la primera vez que participé por que ella iba a estar presente aunque estuviera castigada eso no iba a detenerla para que disfrute de ese día, estuvo disfrazada de Romeo y Julieta, disfruté su compañía reímos, corrimos, bailamos pero tuvo que estropear hablando de Anthony, se que esta mal ponerme celoso de un muerto pero lo único que he conocido es la soledad y el rechazo y por lo tanto siento esta inseguridad de que pueda rechazarme o no sienta lo mismo que yo. Por eso me comporté así con ella. Me fui y la dejé sola, pero no pude permanecer mucho tiempo enfadado con ella así que fui al cuarto de meditación donde ella había sido castigada y la salve de que la descubrieran.

---

Han llegado las vacaciones de verano y como cada año me voy a Escocia, para alejarme de mi padre. Prefiero estar solo que estar soportando a su esposa y sus hijos. Se que Candy vendrá al colegio de verano.

Loa días son tranquilos no estoy solo, Mark y su madre me hacen compañía, a Mark lo considero como un hermano menor, su madre se preocupa de que coma bien incluso me invita a cenar a su casa para que no me sienta solo en esa enorme casa, soy como su segundo hijo. Juego con Mark hasta que su madre nos llama a cenar, hay días que me quedo a dormir cuando sin darnos cuenta se hace tarde y su madre no me deja marcharme diciendo que podría ser peligroso. En momentos así pienso en mi madre e imagino como podría haber sido si mi padre no me hubiera alejado de ella. Me hubiera cobijado en los días fríos, cenaríamos juntos, me leería los libros que ahora poseo y que guardo con recelo incluso me castigaría si hacia travesuras, por un momento sonrío pero al instante frunzo el ceño y aparto esos pensamientos de mi mente y me duermo.

---

El día era soleado perfecto para dar una vuelta por los alrededores de seguro Candy ya habría llegado al colegio. En eso pensaba cuando aparece la madre de Mark y me dice que había una mujer que quería hablar conmigo. Bajé las escaleras, pensando que podría tratarse de la pecosa, en una de las habitaciones estaba ella, mi madre. Me sorprendí pero al instante cambie mi expresión por una de ira, ¿Qué hacia ella aquí?

-escúchame por favor- me dijo –lo lamento tanto- no quise escucharla –sal de aquí, no eres bienvenida- mi voz era fría, pero estaba herido, quería lastimarla, que sintiera lo que sentí con su rechazo –no lo haré hasta que me escuches- me dijo con los ojos llorosos. La miré, no sabia que hacer si se quedaba un momento mas, seguro que era capaz de perdonarla –sino te vas tu, me iré yo…regresaré por la mañana y cuando vuelva mas te vale que no estés aquí- dije finalmente y salí de la habitación, lo mejor era alejarme de ella, me dirigí a la puerta y salí dando un portazo. Al salir me di cuenta de mis acciones pero, cerré los ojos y me corrí hasta la casa de Mark, estoy seguro que me permitirán dormir esta noche con ellos.

A Mark no le importó que me quedara y tuve un día tranquilo, por la noche en mi cama no dejaba de pensar en ella. ¿Por qué estaba aquí? ¿Realmente quería disculparse? Con estas preguntas y más me quedé dormido.

Por la mañana regresé a casa no había nadie, se había ido, por un momento pensé que se quedaría. Creí que pelearía por mi, pero por lo visto me equivoqué y nuevamente me dejó.

Continuará…

El Amor de una Madre - Cap 7

Capitulo 7

La mañana era preciosa, salí a despejarme un poco antes de poder hablar con Terry, por la tarde estaba ya estaba preparada para enfrentarme a él, salí en dirección a la mansión, toque la reja y una amable mujer me atendió le pedí que me permitiera hablar con mi hijo, me miró asombrada por lo que dije, seguramente ella pensaría que su madre era la mujer con la que estaba casada Richard, me miró fijamente para ver si había algún parecido, al parecer si lo encontró porque me dejó pasar, entre el interior el ambiente era frió, de una de las puertas salió Terry, al verme su cara cambio de uno tranquilo a una tensa y una mirada de odio que me atravesó el alma.

-escúchame por favor- le suplique –lo lamento tanto- el no me escuchó –sal de aquí, no eres bienvenida- su voz era tan fría como la misma casa que habitaba. –no lo haré hasta que me escuches- le dije con los ojos llorosos. El me miró no se que estaría pensando –sino te vas tu, me iré yo…regresaré por la mañana y cuando vuelva mas te vale que no estés aquí- dijo finalmente y salió de la habitación, se escucho un estruendo al cerrar la puerta con fuerza. Sabia que Terry estaba lastimado y enfadado pero no pensé que fuera tanto.

No se cuanto tiempo estuve parada en el mismo lugar cuando la amable mujer me dijo que la cena estaba lista. –No me quedaré a cenar- le dije amablemente, ella sonrió –es un poco tarde para que regrese, los caminos pueden ser peligrosos para una mujer sola, mejor quédese a dormir-.

-pero….y Terry, donde pasará la noche- le dije preocupada, -el va a pasar la noche en mi casa en compañía de Mark- dijo.

-gracias por…por cuidar de Terry- dije aliviada al saber que tenia a alguien que cuidara de el mientras no estuviera a su lado.

No pude dormir mucho esa noche, salí al balcón a tomar un poco de aire, el paisaje era maravilloso por la noche…pude ver el lago, la luna reflejándose en el. Mi mente se despejó ya estaba mas tranquila, no me daría por vencida, no podía irme sin su perdón.

A la mañana siguiente me fui a mi hotel después de que la amable mujer me diera el desayuno, por la tarde fui por los alrededores pensando que paso a seguir me acerque al lago los reflejos del sol en el lago era tranquilizador, me recargué en un árbol, cerré los ojos y suspiré “que hacer, como proceder, como acercarme” una lagrima se me escapó surcó mis mejillas, di una mirada a la enorme residencia. Ya estaba lista mentalmente para un nuevo enfrentamiento, siento una mirada y miró, ahí había una jovencita con una flores en la mano era rubia, pero no me di el lujo de ver mas porque me entro el miedo de que me reconociera y salí corriendo. Ya habría otro momento para ir a ver a Terry.

Al llegar al hotel, el recepcionista me dije que tenia un telegrama, me lo entrega y me voy a mi habitación a leerlo tranquila. Una vez ahí leo el telegrama, me puse pálida. Era Robert diciendo que necesitaba regresar de inmediato que habían cambiado la fecha de estreno y que debíamos empezar a ensayar.

Mañana debía ir a hablar con Terry, era mi ultima oportunidad, después de esto tal ves no habría otra, hasta quizás lo perdería para siempre.

El Amor de una Madre - Cap 6

Capitulo 6

El nuevo día trae consigo nuevos fuerzas, nuevas experiencias, cada día es un paso mas para llegar a la meta impuesta. Pero para llegar a la meta hay que afrontar muchos obstáculos que a veces pensamos que nos son imposibles pero cuando pasa sentimos satisfacción sabiendo que estamos a un paso mas de alcanzar nuestros sueños. Algunos dejan de soñar en el camino no sabiendo que si hubieran hecho un esfuerzo mas lo hubieran alcanzado, solos los valientes siguen el sendero, yo nunca me he caracterizado por ser una persona que deja las cosas a medias por eso mismo tras meses de espera me encuentro hay en un barco, doy una mirada a la estatua de la libertad, aquella que se despide silenciosamente de mi.

El día es soleado, el clima es perfecto, me dirijo a mi camarote a descansar el viaje va a ser largo pero el ver la rostro de mi hijo me da fuerzas, solo quiero su perdón y que me acepte. Los días pasaban lentamente me dediqué a pasear por los pasillos mirando el mar, leyendo el libreto para la próxima puesta en escena, admirando el atardecer.

Llegamos al puerto durante la mañana, nos recibió el clima nublado de Londres a pesar de ser verano, el sol brillaba por momentos. Me dirigí al hotel para poder descansar del viaje y poder almorzar, en todo momento pensando que iba a decirle a mi hijo una vez que lo tenga en frente.

A la mañana siguiente me dirigí a la residencia de los Grandchester, iba disfrazada para no llamar la atención. Me atendió una amable mucama, pregunte por Ferry, creí poder encontrarme ahí pero me dijo ella que se encontraba en Escocia en una villa que tenia la familia para pasar las vacaciones de verano como cada año, se lo agradecí y le pedí que no le dijera de mi visita a nadie.

Regresé al hotel en parte triste de no encontrarlo y otra parte aliviada por que estaríamos solos nadie nos iba a molestar, ahora sabia el siguiente paso era el conseguir un transporte hacia Escocia. Estaba cada vez mas cerca, esa noche dormí tranquila soñando con un encuentro feliz con mi hijo.

Dos días después estaba de camino hacia Escocia, estaba nerviosa y me dedique a ver el paisaje, era hermoso, las praderas verdes, el sol brillaba a través de los árboles, el canto de los pájaros era música que me calmó.

Llegué la tarde del día siguiente, me instalé en mi hotel, la habitación estaba reservado a mi nombre no tenia miedo de que me reconocieran, estaba en un pueblo pequeño así que no había problema de que alguien me reconociera.

Luego del almuerzo caminé por el camino arenoso, pregunté por la villa Grandchester una vez que me indicaron me dirigí ahí. A lo lejos vi una hermosa mansión cerca de un lago, no supe cuanto tiempo me quedé viendo la estructura cuando me di cuenta estaba anocheciendo, ya era tarde así que volví al hotel, mañana iba a ser un largo día.

-espero que puedas perdonarme, Terry- susurré antes de cerrar los ojos y caer en la inconciencia.

Continuará...

El Amor de una Madre - Cap 5

Capitulo 5

En lugar de ser el mejor día de mi vida se convirtió en el peor por causa del miedo que me invadió. Si no hubiera dicho eso estarías aquí conmigo.

Salí a su encuentro, tomé su mano lo miré de pies a cabeza –como has crecido- dije tiernamente –no te quedes ahí, entra- él entró lentamente –haré que la mucama te prepare algo caliente- dije.

Estabas de espalda a mi, te das la vuelta -mamá- dijiste, en ese momento me sentí la mujer más feliz del mundo, esa era la palabra mas maravillosa que había escuchado, hacia tanto que no te escuchaba y tu voz me pareció como la de los Ángeles. -Terry- te respondí, nos abrazamos, por primera vez en mucho tiempo me sentí tan dichosa, finalmente estabas a mi lado. Tu maleta me lo confirmaba, querías estar junto a mí como yo también quería. Así debió ser desde el principio como la familia que una vez fue. –Querido Terry- tuve como una especie de flashback al tenerte ahí, recordaba cuando eras pequeño y te refugiabas en mis brazos.

Unas risas interrumpen mis pensamientos y me devuelven a la realidad, me separó de él y lo miro –ya no podrás volver aquí-dije con el dolor en mi corazón. El se puso tenso –por que no se ha revelado que tu eres mi hijo- mi pequeñó Terry no me miraba, sabia que estaba enfadado por mi cobardía –Terry no interpretes mal, yo te adoro –él se separa de mis brazos de manera violenta y mi collar vuela y se rompe al igual que mi corazón y te veo correr hacia la puerta -Terry- corro detrás de ti, abres la puerta y corres hacia la calle –espera Terry- dije, te veo desaparecer entre la ventisca –Terry, Terry, eres hijo de los Grandchester, promete que no le dirás a nadie que eres mi hijo, no lo digas a nadie…a nadie – grité pero no pude verte mas.

Hubiera querido decirte tantas cosas muy distintas a las que te dije, esa noche lloré maldiciendo mi cobardía, necesitaba recuperar a mi hijo, pero ahora no era su padre el que nos separaba, ahora era el orgullo y la cobardía, con tal de recuperarte gritaré a los cuatro vientos sin importarme las consecuencias, que Terry era hijo del mismo duque y una actriz americana.

Esperaría a que termine la temporada y arreglar algunos asuntos, ahora iba a ser yo la que me dirija hacia donde te encuentras para recuperarte, se que será difícil, por que conociéndote habrás heredado el orgullo de tu padre. Pero no me dejaré vencer, en el pasado me dejé pisar por el que dirá pero ahora no me importa sino tengo el amor de mi hijo.

Continuará.....

Notas: Para este capitulo tuve que ver el episodio 38 varias veces para el dialogo del encuentro entre madre e hijo.

El Amor de una Madre - Cap 4

Capitulo 4

Solo pude permanecer a tu lado una semana, que aproveché al máximo de esta contigo, durante ese tiempo no volví a ver a Richard hasta el ultimo día en Inglaterra. Le pedí por ultima vez que me dejara llevármelo, el se negó, la despedida fue un trago amargo tanto para mi como se que fue para mi Terry.

-Terry, te prometo que estaremos juntos- le dije suave mientras hundía mi rostro entre sus cabellos. El solo asintió.

El destino fue cruel con nosotros, el orgullo y el deber nos separó, aquel a quien amé me arrebató de mi lado lo más preciado que tenia, mi Terry.

No se como pude aguantar todos estos años pensando que otra le daría el amor que necesitaba. Para disminuir ese dolor me enfrasque en mi carrera para que cuando volviera a verte estuvieras orgulloso de tu madre.

Han pasado años desde la ultima vez que escuché tu voz, tengo fotografías tuyas que he recibio de tu parte, pero una cosa es verte en un papel y cuanto has crecido que tenerte entre mis brazos y verte crecer. Me he perdido muchas cosas de tu infancia, pero tu siempre me has escrito me alegra que no te hayas olvidado de la persona que te dio la vida y anhela tu regreso.

Todos los años en tu cumpleaños te enviaba algo para que no me olvidaras, juguetes, fotografías mías, también libros que una vez me pertenecieron y que ahora iban a ser tuyas. Esperaba que los recibieras con entusiasmo y me imaginaba tu cara de felicidad al recibirlos. Mi mayor temor era que pudieras rechazarlos....temía tu rechazo.

Nuevamente invierno, cada año es lo mismo, siento el frió no solo físico sino también lo siento en mi corazón al no tener a mi Terry a mi lado, esta época me siento mas sola. Salgo del teatro después del ensayo y me dirijo a casa, el viento gélido me llega hasta los huesos intento abrigarme más pero se que es inútil, al llegar a casa solo me recibe la sirvienta que tenia ya preparada mi cena, luego de retirarse la sirvienta la casa se sume en silencio, la soledad y los recuerdos son mi compañeras en los días de frió, la que calienta mis sabanas, me sonríe en los días calidos y la que me felicita por mis triunfos. En realidad no poseo amigos verdaderos, este mundo de la farándula es pura apariencia no sabes quienes son los que hablan de ti a tus espaldas y luego te sonríen como si nada. Al único que puedo decir amigo es a Robert quien ha estado conmigo en mis peores momentos cuando creí que no me quedaba nada y no tenia caso pelear cuando quería acabar con esta vida de sufrimiento, el me ayudo y me hizo recordar la promesa que una vez le hice a mi Terry.

Que hubiera pensado Terry de su madre cuando supiera que su madre había dejado de luchar por el, fue gracias a Robert y al recuerdo de Terry que salí adelante y dediqué todas mis actuaciones a mi hijo como si el estuviera viéndome.

Sonrío, no quiero pensar en los momentos malos de mi pasado.

–A ver que le voy a comprar a Terry para esta navidad. -

El día estaba frío mucho mas que el día anterior, era mi día libre así que ese día tenia invitados a cenar para celebrar el inicio de la temporada, por un momento pensé en cancelarlo no solo por el clima, tenía un presentimiento que algo iba a pasar pero lo ignoré.

El día pasó mas rápido de lo que a mi me hubiera gustado, ya estaba todo listo para la cena, había comprado el regalo para mi Terry, a la hora prevista llegaron los invitados, eran unos pocas personas a las que podía considerar amigos, tuvimos una cena tranquila la charla era tranquila, luego de la cena pasamos al living para seguir la charla sin interrupciones.

Luego de una hora de bromas y charlas animadas entra la sirvienta preguntando por mí, me acerco a la puerta, me susurra para que nadie escuche –señora, su hijo-.

No podía creerlo, saldo del living y efectivamente justo en la puerta con su maleta en mano estaba mi hijo…mi Terry.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 3

Capitulo 3

Corría sin dirección, en busca de algo que había perdido pero no sabía que era, todo era oscuridad no podía ver mas allá de mi mano, entonces se ve una luz a lo lejos que rodeaba la silueta de una persona, era de un hombre, un joven para ser mas exacto.

Se encontraba de espalda a mi, desde mi posición pude apreciar era un joven alto, delgado, cabello castaño, traía puesto una camisa manga larga y cuello alto, unos pantalones blanco, tendría máximo unos 15 años. Mi corazón se aceleró, me acerqué al extraño joven tenia algo familiar, tuve una sensación que desde hace mucho no sentía.

No era amor de una mujer a un hombre ya que tenia edad para ser su madre. "Madre" esa palabra no la había escuchado desde hacia mas de 10 años. Me acerque cautelosamente temiendo que el extraño se esfumara, alce un brazo para tocarlo, al parecer "él" se dio cuenta de mi presencia y se dio la vuelta en cámara lenta. Justo antes de despertar pude ver unos ojos verde-azules.

"Terry" dije al despertar, había soñado con mi amado hijo, no volví a verlo desde esa vez en el muelle justo cuando su padre lo alejó de mi. Tuve una oportunidad de verlo justo 2 años después de que se fueran, viaje con un nombre falso, quizás Richard tendría hombres para asegurar de que no saliera del país.

Llegué a Londres una tarde de noviembre junto con un pequeño regalo adelantado de navidad, fui a la residencia de los Grandchester y me atendió una sirvienta y pregunté por Terry, al parecer ella sabia que era su madre por mi hijo ya que me dijo que no podía atenderme porque tenia ordenes estrictas de que Terry no recibiera visitas, pero me dijo que en una hora lo llevaría al parque.

Ahí lo vi de lejos junto con la sirvienta, ya no tenía esa sonrisa que alegraba mis días, estaba más callado y triste. No pude acercarme por temor a un castigo hacia la muchacha que me ayudó. Antes de que se fueran le di a ella el obsequio para mi niño.

Pasó una semana para tener el valor de volver a la residencia Grandchester esta vez para hablar con Richard. Él me recibió, pero al verlo no era la persona con la que me había enamorado, se veía mucho mayor, sus ojos no expresaban ningún sentimiento, suspiré antes de hablar, -te exijo que me devolviera a mi hijo, el mejor lugar que hay es a mi lado, junto a su madre-.

-pero, que puedes ofrecerle tu- dijo Richard – no estas en posición de exigir nada, Eleanor, que dirá la gente cuando te vean con el niño y además soltera, te repudiarán al igual que a Terry.

Miré atónita lo que me decía, en parte por que era verdad, pero no me importaba lo que me dijeran a mi con tener a mi lado a mi hijo.

-no me importa quiero a mi hijo, a mi lado tendrá todo el amor que no le están dando-dije. –el me miró de cabeza a los pies –pero que puedes ofrecerle a su futuro, como actriz no ganas suficiente para encargarte de Terry, a mi lado ese futuro lo tiene asegurado, los mejores colegios, aprenderá lo que necesita para ser mi heredero.

-pero y el amor, es que acaso no importa-repondí dolida por su argumento ya que estaba hablando como si fuera un objeto que no tiene sentimientos.

-eso no importa- respondió Richard.

- y lo que tuvimos tampoco te importó- al borde del llanto.

-lo que tuvimos fue como un hermoso sueño, pero tenia que despertar algún día- dijo Richard inexpresivo.

-supongo que no puedo hacer nada para que me devuelvas a Terry, cierto?-

-puedes despedirte si así lo quieres, sabes que no puedo evitar que pregunte por ti o que quiera verte- dijo Richard.

-me gustaría mucho verlo- dije con una pequeña sonrisa.

El llamó a una sirvienta la cual venia junto a mi pequeño, el al verme corrió y me abrazó.

-porque tardaste mucho, mami- dijo mi pequeño Terry –te extrañé-.

-no pude venir antes- dije sonriendo –yo tambien te extrañe, muchisimo amor-.

Se acercó a mi –aqui hace mucho frío, no me gusta este lugar -me susurró en mi oreja – una señora con cara de cerdo es mala conmigo- con su carita haciendo una mueca.

Sonrió, como extrañaba estos momentos a su lado y la sonrisa que me regalo en ese momento.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 2

Capitulo 2

Han pasado 2 días y este sentimiento de angustia no me deja tranquila. ¿Será que va a pasar algo malo?

Veo desde el comedor padre e hijo jugando en la salita. Ese momento va a perdurar en mi memoria hasta que muera, sonrió y me reúno con ellos y mi amado tesoro se sienta en mi falda y se queda dormido, lo observo como si fuera mi mayor tesoro aunque a decir verdad lo es, no sabría que hacer sin el, nuevamente esa sensación ¡Oh Dios¡ que no le vaya a pasar nada a mi bebe, lo abrazo fuerte y doy una plegaria en silencio.

Richard me observa en silencio en sus ojos veo ternura, amor y… ¿tristeza? En que estarás pensando, tengo miedo el preguntar y nos miramos en silencio hasta que la sirvienta anuncia que esta lista la cena.

Te despierto y abres esos bellos ojos iguales a los míos y te llevo en brazos al comedor, allí te siento en tu lugar y empiezas a comer; mas bien diría a jugar con tu comida, ya estas sucio pero no me importa. Tengo la necesidad de ver todos tus gestos, expresiones, lo que haces con las manos, tus sonrisas, tu voz que es como la de un ángel que me llena los días de alegría. Acabada la cena Richard se retira a su hotel se lo veía muy angustiado dijo que vendría mañana temprano.

Subí a la habitación de mi pequeño, su cuarto estaba lleno de juguetes, una mecedora al lado de una gran ventana, muchas hojas en el suelo lleno de garabatos, en su cama mi ángel descansa ajeno de la angustia que se apodera de mi sin razón aparente, me siento al lado tuyo viéndote dormir y rezo por que nada malo te vaya a ocurrir si algo te pasara preferiría morir. Te di un beso de buenas noches y me dirijo a mi habitación.

El día era soleado y hermoso teníamos planeado ir a pasear, así que me puse un hermoso vestido celeste y blanco con mangas largas me hice un peinado y como toque final un lindo sombrero blanco. Richard llegó mas temprano de lo habitual lo noté inquieto como si tuviera apuro, a mi Terry lo vestí con un traje azul se veía muy guapo.

Tenia que ir al teatro ya que ese día me iban a dar el libreto de la próxima en escena y como estaba ahí Richard le pedí que me esperara para poder ir todos juntos a dar un paseo, salí y tome un carruaje para que me llevó al teatro, ahí me encontré con mi compañero de escena Robert Hathaway conversamos un rato luego que me hayan entregado mi libreto y se ofreció en llevarme a casa ya que quería saludar a su pequeño amigo, Robert siempre ha querido a mi Terry como si fuera su propio hijo.

Llegamos y de nuevo tuve ese sensación pero ahora con mayor fuerza y entre a la casa corriendo gritando el nombre de Terry, Robert me siguió asustado por mis gritos, corrí directo a su cuarto ahí en la mesita de noche había una carta con la letra de Richard, lo abrí lentamente y me entró un miedo.

Eleanor

Lamentablemente el deber me ha llamado y debo regresar a Inglaterra, no olvidaré los buenos momentos que pasamos juntos, pero este deber tiene un precio y debo casarme con una mujer que me han impuesto a la cual no amo y nunca amaré como te amé.

Me lleva a Terry conmigo por que se que tendrá un buen futuro a mi lado, estudiará en los mejores colegios, ya que el será mi heredero cuando cumpla edad, a tu lado se que eres una buena madre pero piensa en las habladurías que pensarían de ti, de él, estará seguro a mi lado.

No puedo negar que tengas contacto con él por que eres su madre y eso no se reemplaza, pero debe ser mínimo.

Partiremos en el barco del mediodía, Terry te manda saludos.

Richard.

No podía creer lo que mis ojos leían, Richard me quitaba a mi hijo no podía permitirlo.

Vi el reloj de eran las 11:30 debía apurarme, bajé rápidamente ahí seguía Robert esperando para saber que sucedía y le explique brevemente diciéndole que me lleve al muelle, el aceptó y nos dirigimos rápidamente, al llegar al muelle salí corriendo buscando a mi hijo, dejé a Robert que se encargará de pagar al cochero, no pensaba en otra cosa que encontrarte.

Faltaban 5 minutos para el mediodía, desesperada gritaba tu nombre las personas me veían, no me importaba lo que pensaran mis pensamientos estaban puestas exclusivamente en ti.

Pregunté cual era el barco que se iba a Londres una vez que me respondieron me dirigí allá, pero había mucha gente y no podía movilizarme, estaba cerca de llegar al lugar me di cuenta que el barco estaba por zarpar, veía a la gente despidiendo a sus seres queridos, pero para mi era como una sentencia de muerte, y era la persona que amaba el que me dio la estocada final.

Ahí estaba Richard junto con Terry, mi pequeño en su inocencia y sin comprender lo que nos estaba haciendo su padre agitaba tus manos.

Corrí tanto como mis piernas podían aunque se que era inútil grité “Terry….Terry….no te lleves a mi hijo” no se en que momento perdí el equilibrio y caí al suelo, lloré ahí mismo. Se que mi Terry me vio pero no supe que fue lo que dijo por que Richard se lo llevó.

Robert me encontró en el suelo no me moví hasta que me levantó en brazos y lloré en su pecho hasta caer en la inconciencia con la esperanza que al despertar encontrar con unos ojos y una sonrisa idéntica a la mía.

Continuará....

El Amor de una Madre - Cap 1

Este es el primer minific que realizo, de la serie que marco mi infancia a una mas feliz...Candy Candy, espero que lo disfruten


Capítulo 1

Naciste un 28 de enero de 1897, fue el mejor día de mi vida, te tenía en mis brazos. La primera vez que te vi eras tan chiquito e indefenso.

Tu cabeza la cubría una capa de pelo castaño, mejillas rosas de llorar al dar el primer respiro a tu nueva vida fuera del vientre, compartíamos los mismos labios y el color de los ojos.

Con tan solo verte me volví a enamorar no podía creer que de un gran amor saliera algo tan maravilloso que me deslumbro desde el primer momento en que nos vimos a los ojos. Richard estaba muy emocionado su primogénito, su orgullo, su heredero, estaba contento de que saliera niño, pero a mi no me importaba lo hubiera amado igual si hubiera sido niña.

La dicha era tan grande la que sentía que lloré de alegría por fin te tenia entre mis brazos pequeño Terry, mi corazón era tan feliz….no podía esperar para darte todo el amor que tenia guardado solo para ti.

Pasaban los años y tu crecías en un ambiente de amor, íbamos al parque a disfrutar de los días de sol ahí habían niños con los que jugabas y las niñas ya a esa edad suspiraban por ti. Tu padre se ausentaba por temporadas por obligaciones como futuro duque, pero cuando llegaba disfrutábamos juntos de tus aventuras. Tus primeros pasos, la primera palabra fue mamá y me sentí tan dichosa de ser parte de ti. Nadie sabe que es mi hijo ya que Richard y yo no hemos formalizado nada.

De su ultimo viaje a Londres, Richard ha estado muy callado, pensativo no me ha querido decir nada. Las navidades siempre han sido una época maravillosa la hemos pasado en familia Richard se ha quedado con nosotros, yo misma preparé la cena nos sentamos cerca de la chimenea junto al árbol de navidad, Terry esta muy emocionado quiere abrir los regalos, bosteza y se duerme en poco tiempo. Fue la mejor navidad que he tenido….y la ultima.

La primavera ha llegado y las aves cantan las flores llenan los jardines y Terry corre sin parar pareciera que nunca se cansará, soy joven pero aun así al final del día quedo cansada pero ver la sonrisa mientras duerme vale la pena.

El día es perfecto para un picnic en familia, Richard nos acompaña, Terry contaba con 3 añitos, nos fuimos a un parque y nos instalamos en un lugar apartado de las miradas de otros queríamos privacidad para disfrutar del hermoso día.

Terry llevaba un trajecito azul que resaltaba sus hermosos ojos, Richard jugaba con el, jugaba al avioncito al caballito, disfrutamos de la merienda, de tanto jugar mi hermoso angelito se durmió en la manta, al retirarnos Richard lo alza y lo lleva en brazos, al llegar a casa lo arropamos y le doy un beso.

Al salir Richard se marchó a su hotel sin decir una sola palabra, no se porque pero tuve una sensación de el pecho tuve unas ganas de llorar se me salieron unas lagrimas pero no había una razón por la cual lloraba. Volví al lado de mi pequeño y dormí abrazada a el.

Lo que no sabía es que esta iba a ser la última vez que lo abrazaría y pasarían años para tenerlo entre mis brazos nuevamente.

Continuará....



viernes, 22 de enero de 2010

Un saludo de practica

Hola mi nimbre es Lorena...y bueno estoy probando el blog ya que no estoy acostumbrada a esto, pero la practica hace al maestro, espero que pronto pueda hacer mi espacio mucho mas bonito.

besos
Lore